sábado, 26 de enero de 2013
¡Gracias por no atizarnos Gas Ciclón!
Me asusta la velocidad con la que pasa el tiempo. Hasta las hojas de otoño tienen los días escritos en su dorso. Mañana es otro día. Otro día cualquiera, en el que seguirán existiendo corruptos y poetas, terremotos y silencio. Me han dicho que en Sudamérica se han reunido nuestros gobernantes para alimentarse. Yo prefiero el lacón con grelos. ¿Que será de nosotros sin los bárbaros? Se preguntaba Kavafis no sín razón. Claro que siempre nos imaginamos a unos tipos semidesnudos, peludos y atacando en tromba. Quizás los bárbaros que necesitemos ahora sean cooperantes, indignados, radicales o francotiradores de ideas. Vuelve a soplar un viento explosivo, capaz de crear grandes olas y sin embargo las gaviotas consiguen permanecer inmóviles en el aire (Y eso que no conocieron a Juan Salvador Gaviota). Otra vez emiten un documental sobre Hitler ¿No nos estarán aleccionando? "¿Véis? Seis millones de parados, deshauciados, amargados, deprimidos, humillados, explotados, pero no os metemos en una habitación hermética y os enchufamos el escape de un tractor" ¡Gracias por no atizarnos Gas Ciclón! Nos llega con el tufo de nuestras instituciones ¡Gracias! Suenan aviones lejanos, que aterrizarán en aeropuertos casi desiertos, y pensar que hace poco soñábamos con la eternidad...cuándo el esplendor geométrico-económico parecía que hacía la vida más bella...claro que, amiga mía, ahora descubrimos que ser millonario sólo significa que puedes comprar más objetos. Y aunque pasen días rápidos como relámpagos, nunca ¿Me oyes? Nunca habrá ninguna fortuna mayor que tus besos...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario