jueves, 1 de noviembre de 2012
Diario de un demente (V)
El Doctor Carballido me dijo que murió Agustín García Calvo. No sé porqué pero yo le tenía cierto afecto. Era un libre pensador, siempre polémico. Sólo se puede tener éxito cuando vas a favor de la corriente, si tienes personalidad te conviertes en un francotirador y si encima te dejas llevar por tus ideas apareces de repente en un psiquiátrico. El Doctor Carballido es el psicólogo de mi pabellón, lo conocí en tiempos de La Movida, probablemente en el water de algún tugurio esnifando coca. Se agradece encontrar a personas que han compartido contigo algo, aunque sea el billete de 1000 pesetas por el que corría frenética la droga. Hoy comí en la misma mesa que Trini, la nueva. Dice que se encuentra mejor, aunque le han alojado en una celda de paredes acolchadas. Me contó que esta madrugada murieron aplastadas tres chicas en una macro fiesta electrónica de Halloween y que otras se encuentran en estado crítico. Me extraña mucho que no hayan detenido a nadie de la organización. En mi vida he ido a un montón de conciertos y manifestaciones con mala organización y nunca pasó nada. Alguien se ha lucido y esas pobres chicas están muertas. Que curioso que en TVE y que en la Razón y en el ABC la noticia es que el ayuntamiento es totalmente ajeno a lo sucedido...No sé si le gusto a Trini, pero si no se suicida esta semana tenemos un brillante porvenir juntos, al menos hasta fin de mes. Creo que Idoia, la bipolar, se cela un poco de Trini y para llamar la atención se comió media rata, gracias a que Gómez el celador consiguió arrebatarle la otra mitad. No sé de dónde saca Idoia las cucarachas y las ratas con las que se atormenta en sus momentos más bajos. Mañana hacemos una fiesta en el sanatorio, vendrán familiares, amigos y las monjitas de Nuestro Señor Torturado. Las pobres monjas tienen muy buenas intenciones, pero están fuera de onda. Nos reparten estampitas de Monseñor Escrivá, cuando nosotros lo que pedimos son aplicaciones para el Ipad, también nos dan caramelos y rosquillas, pero nosotros preferiríamos ginebra y tabaco. ¿Sabéis, amigos? Son legendarias las fiestas de nuestro viejo psiquiátrico, es raro el día en el que la enfermera Rancaño no se tira a algún interno en la sala de visitas e Idoia la bipolar, hace streap-tease como Kim Bassinger subida a una mesa de comedor, aunque lo mejor de las fiestas son los monólogos de Varelita el esquizo y siempre acaba imitando al Doctor Lobelle, que azuza a los celadores para que corran al veloz Varelita por los pasillos del módulo. Es que nosotros los libre pensadores, sí que sabemos divertirnos...
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