Diario de un demente (I)

Hola, soy lo que llamáis un loco y he conseguido sacar un dedito de mi camisa de fuerza, con el que teclear en el Ipad que se olvidó un celador esta mañana en mi mesilla. A veces, cuándo estamos furiosos, nos ponen el canal 24 horas (De noticias) en la tele de la celda. Hoy he visto que hubo elecciones en Galicia. Todavía desconozco el resultado, pero os diré una cosa, amiguitos, yo ya sé quién va a ganar...va a ganar la desidia. Y os lo digo yo, que me jalo 4 Tranxilium al día además de Prozac a granel, pero tengo mucho más dinamismo que la mayoría de la población que viste camisas de Zara y no de la Seguridad Social como yo (Creo que voy a pillar una tendinitis en mi dedo). Mi amiga Idoia, que es bipolar, a veces votaba al PP a veces a Bildu, aunque ahora que esta en Galicia, no vota ni a dios, porque acaban de decir en la tele que la mayor parte de los gallegos se quedan en casa comiendo lacón y filloas el día de las elecciones. Los celadores de este hospital, son casi todos brutos y de izquierdas y los psiquiatras nacionalistas y de derechas, pero me llevo bastante bien con ellos. Eso sí, por favor, por favor, no me hagáis salir al exterior. Dicen en el patio que...¡La mayor parte de la población escucha a David Bisbal y vota al PP! Y yo ya he compartido muchos años de vida con todos ellos, por eso me llaman loco, porque escucho a John Coltrane. El Doctor Lobelle dice que sufro por un ligerito transtorno obsesivo compulsivo y estaría tranquilamente en mi casita, sino fuera por el garrotazo que le metí aquel día aciago al director de mi sucursal bancaria, pero es que nadie es perfecto, que diría Billy Wilder. La batería se está agotando ¡Por mi madre! No le digáis a nadie que yo he escrito esto: Son capaces de expulsarme de este agradable manicomio y obligarme a cambiar mi elegante camisa de fuerza, por una del Corte Inglés...