lunes, 29 de octubre de 2012
Saludos del Demente
Gracias a todos por llamarme, escribirme e interesarse por mí. Sé que muchos habéis echado de menos mis confesiones. Me han dicho que me ha sustituído en el blog una especie de obseso sexual. Es la tercera vez que intento suicidarme (A lo mejor es que me gustan las UCIS de los hospitales, que cada día se parecen más a un SPA) Estoy muy débil, pero ya me han pasado a planta. El médico me ha dicho que sólo puedo escribir 5 minutos. Las enfermeras de este hospital son muy atentas conmigo. Algunas habían leído mis artículos. El Doctor Lobelle vino a visitarme. Me temo que me va a recetar dos kilos de Tranxilium al día. Si notáis que digo algo incoherente, ya sabéis lo que hay. Lo que voy a deciros ahora no es producto de la medicación: He visto la luz. Sí, amigos, cuándo perdí el sentido comencé a flotar, como en un extraño y agradable liquido amniótico que me elevaba más y más. Podría jurar que escuchaba el coro místico de la Octava Sinfonía de Mahler. Entonces vi la luz. Y comencé a volar hacia ella. Yo sabía que era la luz del fin del mundo, y no me importaba iniciar el viaje sin retorno. Me acercaba mas y más. Sentia el aliento del coro cantando sobre la música que subía de volumen a medida que me acercaba al foco intenso de la divina luz de xenón. Y os juro, amigos, que en ese momento me encontré a un extraño ser que hizo que me detuviese en mi ascensión. Era alto, parecía afro-americano. Le pregunté si era Dios y el me respondió: "Que va, tío. Yo soy Jimmy Hendrix" Entonces me desperté en la UCI y comprendí que algunos malgastamos nuestra existencia en averiguar dónde se encuentran los sueños y donde la realidad...
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