Confesiones sexuales de un bohemio

Me ha invitado mi amigo Willy a incendiar con mi prosa este blog. Su amigo demente, está en la UCI del hospital central con un buen zurcido en las venas de los antebrazos y no va a escribir más. Me presentaré ante ustedes: Me llamo Gerardo, aunque me llaman Follardo. Tengo 49 años y un descapotable. Vivo en un piso 5º sin ascensor con vistas al mar. Trabajo como fotógrafo para un periódico y una agencia, aunque últimamente también hago bodas y suicidios si hace falta, porque nadie quiere soltar la mosca y se cobra hoy la mitad que hace 20 años. Soy anarquista y de izquierdas (¿Es posible?). Reconozco que soy muy malo escribiendo, por eso iré al grano: Les voy a hablar de las mujeres. No es que sea un dandy, pero haciendo cuentas confesaré que he estado en mi vida con unas cuantas. Sin duda el número no es importante, pero sí el tamaño. Porque siempre se habla del tamaño del órgano sexual masculino o polla, pero nunca del tamaño de su vagina o chocho ni de sus mamas o tetas. Y resulta que ¡Es más importante el tamaño de lo que nadie se imagina! Disculpen mi crudeza, pero ya le dije al administrador de este blog, que voy a hablar claro: Una mujer con una vagina (O almeja) pequeña, en ocasiones es un suplicio para ambos, la mujer puede padecer dolor (Dispareunia) durante la penetración o propiciar un rozamiento innecesario en el pene (O tranca) del individuo que precisará ser rociado por un extintor. Si bien es cierto que una vagina (O parrocha) pequeña puede hacer volar a muchos hombres, a veces supone un gran problema. Como también puede ser una tragedia, especialmente para el hombre, una gran vagina, holgada y laxa que le haga sentir que su pene flota solitario en el Océano. Respecto al tamaño de los pechos (O peras) No hace falta decir que el 90% de los hombres las prefieren grandes o enormes, en lo que sin duda supone un grave trauma freudiano y en ocasiones simplemente una perversión. Ahora les diré cuales son mis preferencias: A mí las mujeres, me gustan todas. Altas, bajas, delgadas, gordas, con mucho pecho, con poco pecho, con un chumi enorme o uno enanito. Ahora bien, si carecen de inteligencia y/o sensibilidad, la líbido y las ilusiones se me van de la mano. Respecto al retrato psicológico específico de las mujeres les diré lo siguiente: Ni puta idea. Crees que has llegado a conocerlas después de más de 30 años de un trato intenso, y vas de culo. Sigo totalmente despistado. Sólo sé un par de cosas: Hay que tratarlas con dulzura y sensibilidad, nunca menospreciar su inteligencia y sacar tu parte femenina a relucir. Porque sí, machotes, todos los tíos tenemos una parte femenina, y lo digo yo que fui el rey del mambo. Hasta que no reconozcamos este hecho, no nos llevaremos bien con nosotros mismos ni con ellas. Ello no quiere decir que no podamos hacer gala de nuestra masculinidad (Sin caer en el machismo más ridículo que raya en homosexualidad reprimida). Mi experiencia me dice que compaginar sensibilidad, educación, parte femenina con salvajismo y masculinidad, es una gran combinación. Si bien es cierto que muchas veces falla todo y tienes que volver a casa con el rabo entre las piernas. Hay que decir que existen mujeres a las que les mola que los tíos sean unos prepotentes y unos machistas de libro: No me interesan ni esas tías ni esos tíos. Yo hablo de gente normal y respetuosa en el peor de los casos. Por último la gran cuestión: ¿Cuál es el mejor estado? ¿Soltero?¿Casado?¿Pareja de hecho?¿Relación abierta? Respecto a este gran dilema, les diré que he pasado por casi todos los estados civiles y dudo que los haya mejores o peores. La libertad que disfruto ahora viviendo en mi buhardilla de bohemio, viendo los majestuosos trasatlánticos surcar la bahía es irrenunciable, pero a veces me entra la angustia existencial y echo de menos una chimenea con una compañera al lado y ¿Por qué no? Un hijito al que cuidar. Ahhh, los amores platónicos, las oportunidades perdidas, las historias que no pudieron ser y las que se truncaron a medio camino...¿Sabéis una cosa? Dicen que la nostalgia no sirve para nada, pero os aseguro que todas las personas que me amaron, forman parte de la arquitectura de mi alma...