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martes, 28 de mayo de 2013

Hace tiempo que no se me ocurre nada...

Querida amiga: Hace tiempo que no se me ocurre nada. Es triste, pero el escritor explosivo que habitaba dentro de mí, huyó por el sumidero de mi bañera. Ahora sólo albergo recuerdos estúpidos. ¿Me habré quedado seco para siempre? No sería una desgracia, podría aprovechar los miles de horas perdidas en el bricolage de tus epístolas en vender enciclopedias o Ipads a puerta fría. Pero la verdad es que hace tiempo que no se me ocurre nada. Soy incapaz de conectar dos o tres frases con el mínimo criterio exigido a un bachiller. Un día intenté escribir sobre el silencio de los corderos ante una monarquía anacrónica. Pero no llegué ni a la cuarta linea. Me reía en la tercera línea de los empresarios de Mallorca que exigen ahora que les devuelvan el yate que le regalaron al rey a cambio de "Nada". Esos avispados industriales no sabían que ya su padre, Juan de Borbón, vendió una isla, Cortegada, a una inmobiliaria. Esa isla se la había regalado el pueblo a D. Juan a cambio de que fuese a veranear allí. El agua de Galicia le pareció muy fría...la inmobiliaria intentó hacer un Casino y un hotel, como en la Toja, pero al parecer no pudieron untar a las personas oportunas y el proyecto naufragó en la Ría de Arousa. ¿Ves? Me he vuelto a quedar seco, tanto hablar de agua y se me va el santo al cielo...también intenté hablar sobre el parque infantil que tengo delante de casa, como símbolo del paso del tiempo y tal. Mi hijo, hace nada, se afanaba en conquistar el fuerte y huía del enemigo tirándose por el tobogán, ahora mi hijo mata zombis con granadas de mano y tiene un ejército on line. Otra noche comencé a describir a un amigo mío que parece un Quijote, pero en Maoísta; me salió tan mal el retrato que comprendí que mi amigo al leerlo me hubiera retirado la palabra de por vida y un amigo vale más que mil blogs. Querida amiga: Ya sé que te aburro con estas tonterías, pero no quería dejar de sembrar este espacio imposible, quizás un día lejano le sirva a un profesor chiflado para hablar de nosotros. Entonces se dará cuenta de que sólo soy un mal escritor que intentó engañar al vacío, soñando con la eternidad...

lunes, 6 de mayo de 2013

Hoy no se me ocurre nada



Hoy no se me ocurre nada. Descubrí una fuga en una conducción de ideas residuales de mi cabeza. Llamé a un teléfono 902 de asistencia urgente y una señorita argentina me envió rapidamente a un fontanero polaco, que diligentemente tapó la fuga con un trozo de cinta americana. Pero ya era demasiado tarde. Todas mis ideas se habían ido. Apenas quedaban algunas imágenes de la infancia en el fondo del depósito y cuatro conceptos básicos pegados a las paredes. Contacté con una empresa de reformas para renovar todas mis instalaciones mentales, pero me pasaron un presupuesto muy caro y preferí ser un zombi de los que ven el futbol en Canal Plus. Ahora ha transcurrido tiempo desde la fuga, y no se vive tan mal. No me planteo nada, soy ajeno a la metafísica y no tengo ninguna iniciativa. Nunca me equivoco. He descubierto que sin ideas, mis vecinos me aprecian más. Soy capaz de mantener pequeñas conversaciones intrascendentes sobre el tiempo o el tráfico. En el trabajo me han ascendido, no me cuestiono ninguna orden y los jefes me invitan a jugar al tenis. A las mujeres les deslumbra mi seguridad. Nunca había ligado tanto. Ahora estoy preocupado: Ayer tuve una idea...