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jueves, 12 de febrero de 2015

Diógenes 2000




Dicen que estoy muy loco ¿Y qué? He conocido a pintores, actrices y millonarios mucho más tarados que yo ¡Y nadie intenta incapacitarlos, como a mí!

Es cierto que una vez abrí la boca y comprobé que mis muelas eran en realidad los muelles donde atracaban pequeños barquitos que flotaban sobre mi saliva. Pero eso le pasa a todo el mundo ¿No?

Amigos, he descubierto que existe un grupo de homínidos, perfectamente organizados, que viven detrás de las butacas y los sofás de todas las casas. A sus crías las esconden debajo de las sillas, en esos bosques de patas con espacios imposibles entre ellas. Son los que se quedan los objetos que caen al suelo y nunca aparecen. Tienen una especial habilidad para cambiar de ubicación en cuanto te das la vuelta. Por eso vivo en un colchón y hace tiempo que quemé las sillas de la cocina ¡No sé por qué protestan mis vecinos mentecatos!

Mi asistenta social, insiste en que debo deshacerme de las montañas de objetos reciclados del pasillo, pero a mi me dan mucha pena. Mi psicóloga, que es ecléctica, me está tratando del síndrome de Aristóteles o no se qué...¿Pero es que nadie se da cuenta de que viven objetos preciosos en la basura? Ayer  encontré una lavadora y tres impresoras como nuevas que guardo en mi cuarto de estar. Las programaron para estropearse, para morir...como a nosotros...

Soy bastante feliz entre mis montañas de tesoros. Antes trabajaba en Arthur Andersen, pero un día explotaron los mercados y nadie quiso a un ejecutivo divorciado de 50 años. Fue el mejor paso de mi vida, dejarlo todo y dedicarme a mí mismo, sin depender de nadie, lo más parecido a la libertad absoluta: Si quiero no como, si quiero no pienso, si quiero no duermo y cada noche guardo mi sueño en un ladrillo y voy construyendo el onírico edificio de mi existencia...

Lo único que me preocupa, es que alguien entra en mi casa todos los días sin mi permiso. He cambiado las cerraduras muchas veces, he instalado alarmas, pestillos, cadenas y trancas, pero él sigue entrando. Lo noto porque me cambia las impresoras de sitio y aparecen botellas de Ballantines por todas partes que no tengo más remedio que beberme...

El intruso de mi casa...¿Será Dios?




martes, 10 de febrero de 2015

APOCALIPSIS FREAK SHOW (II)




(Entra a escena Apocalipsis por la izquierda, antes de que salga Bankio)

APOCALIPSIS: Hasta aquí la gran actuación del gran mago Bankio. Le agradecemos especialmente su presencia en nuestro freak show, porque próximamente va a realizar actuaciones sorpresa, muy cerca de ustedes. Pero Apocalipsis Freak Show continúa su vuelo sobre el desierto para darles de beber agua de fuentes transparentes. Con ustedes un fenómeno nunca visto en este mundo...el único hombre capaz de dar un triple mortal hacia atrás...recibamos con un fuerte aplauso al "Hombre invisible acróbata"

(Apocalipsis presenta al supuesto hombre invisible y lo acompaña con la mirada. Comienza una música de circo y ruido de saltos. Apocalipsis se va tras el telón central. La música baja de volumen, se ilumina con un foco de contra hacia el telón y aparecen las sombras de Pestilente que permanece de pie y Apocalipsis, sentado en una silla inclinándose y fumando, echando mucho humo. A medida que sucede el diálogo se van iluminando sus figuras y la tela metálica transparenta)

PESTILENTE: (Mirando hacia el público) Jefe ¿Cree que no se darán cuenta del engaño?

APOCALIPSIS: ¿Qué engaño?

PESTILENTE: De que el hombre invisible, en realidad no es acróbata y solo da saltitos (Comienza a dar saltitos ridículos) para que parezca que da grandes saltos mortales...

APOCALIPSIS: Los únicos que se dieron cuenta fueron los catalanes...que listos los cabrones... para algunas cosas...

PESTILENTE: Jefe, no quiero volver a la cárcel, ya sabe lo que les pasa a los chicos guapos como yo allí...

APOCALIPSIS: Tranquilo Pestilente, yo no dejaré que te pase nada malo...

PESTILENTE: (Pausa) Sr. Apocalipsis ¿Cree que ella volverá?

APOCALIPSIS: (Enfadado se levanta y le amenaza con el bastón, pestilente se protege) Te dije muchas veces que no volvieses a hablarme de Alma...

PESTILENTE: No me pegue, perdón, perdón, no me pegue, es que la echo de menos, la echo mucho de menos...

APOCALIPSIS: ¡Calla Pestilente! (Vuelve a sentarse)

PESTILENTE: Ella era la alegría de este espectáculo, desde que se fue no volvimos a ser los mismos...

APOCALIPSIS: (Resignado) Con Alma no necesitábamos la luz de los focos ni la luz del Sol...al público se le iluminaba el rostro sólo con verla en el escenario sonriendo...moviendo sus caderas al son de la música invisible...

PESTILENTE: Y usted, jefe, usted perdió la ilusión cuando ella se fue de su carromato...este espectáculo comenzó a volverse oscuro y peligroso, con ella no sería así...

APOCALIPSIS: ¡Calla Pestilente! Ella tenía otro destino más importante...(Misterioso) muy distinto al nuestro...

PESTILENTE: Jefe, me da miedo cuando me habla así...¿Por qué no intentamos encontrarla y le pedimos que vuelva?

APOCALIPSIS: Pestilente, nunca se debe volver al lugar donde has sido feliz...

PESTILENTE: Pero con ella nuestras caravanas volverían a ser una fiesta, ella bailaba con todo el mundo, con los monstruos, con los payasos, con los brujos. Todos estábamos acostumbrados a que nos despreciasen, a que nos tirasen piedras en los pueblos. En las ferias ¿Recuerda jefe? Siempre nos hacían acampar cerca de la basura, en los peores y más infectos lugares. Pero ella se negó un día y nunca volvimos a dormir rodeados de ratas y de mierda. Nos mostró el camino de la dignidad. Y mírenos ahora...engañando al público con un hombre invisible reumático...

APOCALIPSIS: Pestilente, una palabra más y te parto tu deforme cráneo...hace tiempo que iniciamos un extraño viaje y hemos perdido a nuestra Alma por el camino. Nunca, nunca volverá ¿Entiendes? Las historas que acaban no se deben resucitar artificialmente, aunque se nos desgarre el corazón, aunque soñemos todas las noches con ella...¿Sabes Pestilente? La luna perdió su sonrisa cuando Alma se fue, pero nosotros debemos continuar nuestro camino, aunque sea entre tinieblas (Cambia de tono) El hombre invisible está acabando el número, prepara todo para el siguiente...¡Rápido!

PESTILENTE: ¡Sí, jefe! Ahora me toca presentar a mí. Ya verá que bien lo hago...


APOCALIPSIS: (Incrédulo) Seguro que sí Pestilente, seguro que sí...e intenta mantener siempre la conexión con el público...aunque por dentro estés desgarrado...aunque te tiren piedras...