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lunes, 5 de octubre de 2020

Zanetti Brothers





La carpa rayada del Circo Universal había albergado ya mejores espectáculos. La caravana ahora se componía de cuatro viejas cabezas tractoras Mercedes- Benz que arrastraban semirremolques con estrellas evanescentes sobre fondo rojo apagado. Unas pocas rulottes desvencijadas conformaban el resto de la ciudad circense. En la entrada del recinto un cartel en arco rodeado de bombillas, algunas fundidas, mostraba las letras de "Gran Circo Universal". Olía a orines y a serrín.

Tatín Zanetti, el viejo payaso, llegó de tomarse unas copas en la ciudad con el tiempo justo para la función. Era un hombre de complexión fuerte, ahora fondón, que en su juventud había sido acróbata. En el circo se decía que no podías ser un buen payaso hasta los 45 años. Tatín había pasado los 45 hacía muchos años y seguía sin ser un buen payaso. A veces tenía una función buena, pero normalmente solo aspiraba a cumplir e irse a dormir la mona a su litera. Llegó arrastrando los pies, vestido con una americana de pana raída, pantalón de loneta gris y una gorra que le había regalado un estibador londinense en una noche de curda. Subió cansino a su rulotte y comenzó a maquillarse ante el viejo espejo. Sobre el aparador cajas con restos de maquillaje, ceniceros repletos de colillas y vasos sucios.

- ¡Tatín cabrón invita a un purito!

Popito Zanetti entró en la rulotte y se sentó en una silla de tijera al lado de Tatín. Llevaba una botella mediada de güisqui barato y ya estaba vestido con su larga camiseta roja, su pantalón ancho con parches de colores y sus grandes zapatones. Era enjuto y nervioso.

- Si te invito a un purito tu me invitas a un güisquito, Popito - Dijo Tatín

Ambos rieron y se intercambiaron güisqui y puritos. Comenzaron a beber y a fumar mientras se maquillaban. Fuera comenzaban a oírse las voces nerviosas de niños y padres llegando al circo. Popito miró por la ventana y dijo:

- Tatín, hoy no sacamos ni para la cena.

- Calla y sirve otro guisqui Popito.

Popito sirvió más güisqui en los sucios vasos reciclados.

Tatín y Popito llevaban 15 años trabajando juntos bajo la carpa del Universal, aunque en la pista se decían hermanos, ni lo eran ni se parecían en nada. Podrían ser los alter ego de "El Gordo y El Flaco".

- Estoy jodido Tatin.

- ¿Qué te pasa Popito? - Dijo Tatin con desgana.

- Sospecho que mi Loly se entiende con el lanzador de cuchillos.

- Pues ¡Menuda puñalada trapera!

- ¡No te rías Tatín! No le veo la gracia.

- Anda Popito, aún nos da tiempo a tomar otro antes de la función.

Popito vació la botella en ambos vasos. 

El regidor, un enano de mal carácter, abrió la puerta y berreó desagradable:

- ¡Payasos a pista en 5 minutos, en 5 minutos payasos a pista! Cerró la puerta y se fue.

Tatín y Popito comenzaron a maquillarse, beber y fumar más rápido.

- Tatín ¿Cómo sigue tu hija? - Preguntó Popito.

Tatín permaneció mudo unos segundos hasta que dijo de mala gana:

- Mi hija muy bien. Está con la metadona.

- ¿Por qué se drogará la juventud? - Dijo Popito mientras apuraba su tercer güisqui.

- ¿Qué quieres que te diga Tatín? Yo ni si quiera conozco el origen del universo ni a dónde vamos después de muertos...

- Popito, después de muertos vamos a...Pompas Fúnebres ¿No lo sabías?

- Pero que tonto es este tío - Masculló entre dientes Tatín.

- ¿Qué dijiste Popito?

- Nada, que el güisqui no está frío - Tatin apuró el último trago.

La puerta se volvió a abrir, el enano regidor gritó:

- ¡Payasos a pista! ¡Payasos a pista!

Tatín y Popito, a mil por hora, dieron las últimas caladas a sus puros, se pusieron su americana estridente (Popito) y su extravagante levita militar (Tatín), su sombrero de copa (Popito) y su bombín (Tatín), cogieron sus cubos llenos de confetti que parecían rebosantes de agua, salieron corriendo hacia el hall de la pista. Se situaron tras las raídas cortinas plateadas.

- ¡Señoras y señores, queridos niños, con ustedes los payasos más divertidos del mundo, un fuerte aplauso para los magníficos Zanetti Brothers!

Tatin y Popito se agarraron de la mano.

Los mozos de pista les abrieron las cortinas.

Ambos avanzaron con sus grandes zapatones cantando

- Lalalalalalalala....

Corrieron hacia el público y arrojaron el contenido de sus cubos sobre los espectadores.

Una gran carcajada estalló sobre la vieja carpa del Gran Circo Universal.


(Definitivamente, el universo quizás haya sido creado por un payaso...)










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